Todo nació como un proyecto habitacional al norte de Guayaquil para la clase media y alta alrededor del año 1956. El creador de la ciudadela fue el ingeniero Julio Vinueza, quien junto a su socio Ernesto Estrada, primer piloto comercial del país, y el constructor Jacobo Ratinoff crearon la compañía Urbanizadora del Salado S.A. (Urdesa), que adquirió la propiedad.

Lo vernáculo y la modernidad

Miraflores se destaca por el estilo de las casas que empezaron la expansión de Guayaquil hacia el Norte; Casas de los años 60 con un estilo muy peculiar y llamativo a nuestras percepciones acerca de la arquitectura cambiante de Guayaquil. La arquitectura de Miraflores refleja un cambio de visión con a los modelos de gestión, y a la identificación de los usos de las casas, monumentos y a espacios públicos, tomando en cuenta que debido a sus años de acentuación, llega a formar parte de la recuperación en sí de lo más destacado de un Guayaquil en etapa de transición hacia la modernidad.